miércoles, 10 de marzo de 2010

Maestro

Maestro, del latín magister-tri. Dícese de la persona que enseña una ciencia, arte u oficio. Entre otras muchas acepciones de la palabra.

Una definición muy correcta pero poco realista, un maestro de escuela no enseña solo conocimentos. Sino que además transmite: valores, actitudes, comportamientos...

Aún así la definición sigue siendo poco realista.

Me explico.

Hay mucha gente que cree que ser maestro es sencillo, solo tienes que explicar el temario y además está en libro, es tan sencillo como saber leer.

Que gran error!

Animo a toda esta gente que cree que es sencillo a que se pongan delante de una aula y que prueben: primero, de hacerlos callar y que escuchen; y segundo de explicar (que no leer) el temario de forma que TODOS niños lo consigan entender.

Ya no es tan sencillo.

Pues ahora imaginen que además del temario deben de hacer cumplir las normas de clase, promover buenos hábitos en el aula y además resolver los conflictos que surgen entre los alumnos; para lo que necesitarán una armadura de paciencia (entre otros recursos) para no perder la cabeza ni ponerse a chillar.

Se complica? Bien.

Se me olvidó decirles que detrás de cada hora de clase hay como mínimo tres horas de trabajo. No se puede dar una clase sin saber lo que quieres que los alumnos aprendan, sin planificar el tiempo, los materiales que vas a utilizar, ... Por tanto no basta con seguir el libro.
Por no hablar de las muchas comisiones que hay que organizar a nivel de centro, los claustros y reuniones variadas, los muchos documentos que hay que elaborar, las tutorías con los padres, etc. Además del trabajo que nos llevamos a casa (correcciones, informes, notas...)

Otra cosilla más, la profesión de maestro no implica solo enseñar. También somos: psicólogos, enfermeros y cuidadores. Además de educadores, por supuesto.

Hay alguien que siga pensando que ser maestro es sencillo?





Y aún así, amamos nuestra profesión.


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