jueves, 8 de julio de 2010

Ella


Cuando todo me puede, cuando estoy a punto de desmoronarme, cuando no veo la salida, cuando lo doy todo por perdido, cuando no veo la solución, cuando todo se hace una montaña...

Siempre hay alguien al otro lado de la montaña, siempre está ella.

Nada más oir su voz diciendo:
Irene, no te agobies.

Ya me arranca una sonrisa. Y cuando empieza a hablar tiene un no sé que que me tranquiliza, que me hace ver que no es tanto, que me preocupo por nada.

Cuándo ha pasado todo esto, cuándo he dejado de ser la hermana mayor para ser yo la pequeña? Cuándo he pasado de ser la que lo arreglaba todo a ser la que se desespera por nada?

De golpe soy yo la pequeña, y la veo tan mayor, tan apañada, tan segura...

Cuándo ha pasado todo esto?

1 comentario:

  1. Está claro que, al fin y al cabo, somos animales de costumbres y siempre tiramos por el afecto como terapia de choque. Y nunca está de más que a veces regresemos a la infancia, volvernos pequeños y nos arropen y nos traten como niños.
    ¡No te prives de esos momentos!

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