sábado, 27 de febrero de 2010

Oír vs Escuchar

Si hay algo que caracteriza la sociedad moderna es el estrés producido por la falta de tiempo. Todo va a un ritmo desmesuradamente acelerado, ya no nos paramos a comer, tampoco paramos para disfrutar de un paseo y siempre que nos desplazamos es para llegar a un lugar concreto, pocas veces por paseamos por pasear.

Como consecuencia, el ser humano ha inventado los medios que nos permiten obtener todo aquello que queremos al instante, comunicarnos con alguien u obtener información es algo que se puede hacer con relativa immediatez.

Pero aún así siguen habiendo cosas que requieren tiempo y una de ellas es fundamental para el buen funcionamiento de la sociedad: escuchar. Escuchar requiere tiempo y atención, escuchar es muy diferente de oír. Oír consiste en percibir sonidos mientras que escuchar requiere, como ya he dicho, de atención.

Hoy en día la gente no se escucha, simplemente se oyen y escuchan únicamente los fragmentos de la conversación que creen interesantes. A mí me gusta llamar a este "fenómeno" escuchar en diagonal, igual que se denomina a la lectura superficial "leer en diagonal".

Hay infinidad de consecuencias de este hecho que podemos resumir en dos principales. La primera son los conflictos y malentendidos, al no escuchar toda la conversación hay partes que se sacan de contexto y se malinterpretan, y por lo tanto provocan discusiones sobre quién dijo qué y que era lo que quería decir. La otra consecuencia importante es la sensación de desinformación por parte del oyente (y digo sensación porque no es más que eso, realmente la persona no esta desinformada sinó que no ha escuchado esa información) a esta sensación acostumbran a seguirle diversas quejas sobre porque no se le ha informado de los hechos.

Por último y como conclusión, una pequeña reflexión:



"Tenemos dos orejas y una sola boca,
justamente para escuchar más y hablar menos"
-Zenon De Citión-


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