sábado, 27 de febrero de 2010

Oír vs Escuchar

Si hay algo que caracteriza la sociedad moderna es el estrés producido por la falta de tiempo. Todo va a un ritmo desmesuradamente acelerado, ya no nos paramos a comer, tampoco paramos para disfrutar de un paseo y siempre que nos desplazamos es para llegar a un lugar concreto, pocas veces por paseamos por pasear.

Como consecuencia, el ser humano ha inventado los medios que nos permiten obtener todo aquello que queremos al instante, comunicarnos con alguien u obtener información es algo que se puede hacer con relativa immediatez.

Pero aún así siguen habiendo cosas que requieren tiempo y una de ellas es fundamental para el buen funcionamiento de la sociedad: escuchar. Escuchar requiere tiempo y atención, escuchar es muy diferente de oír. Oír consiste en percibir sonidos mientras que escuchar requiere, como ya he dicho, de atención.

Hoy en día la gente no se escucha, simplemente se oyen y escuchan únicamente los fragmentos de la conversación que creen interesantes. A mí me gusta llamar a este "fenómeno" escuchar en diagonal, igual que se denomina a la lectura superficial "leer en diagonal".

Hay infinidad de consecuencias de este hecho que podemos resumir en dos principales. La primera son los conflictos y malentendidos, al no escuchar toda la conversación hay partes que se sacan de contexto y se malinterpretan, y por lo tanto provocan discusiones sobre quién dijo qué y que era lo que quería decir. La otra consecuencia importante es la sensación de desinformación por parte del oyente (y digo sensación porque no es más que eso, realmente la persona no esta desinformada sinó que no ha escuchado esa información) a esta sensación acostumbran a seguirle diversas quejas sobre porque no se le ha informado de los hechos.

Por último y como conclusión, una pequeña reflexión:



"Tenemos dos orejas y una sola boca,
justamente para escuchar más y hablar menos"
-Zenon De Citión-


lunes, 22 de febrero de 2010

Desde la ventana

Hay mucha gente que mira el mundo desde una ventana, lo ven desde otra perspectiva como si nada fuera con ellos, ven los problemas de los demás y a veces hasta las soluciones. Creen que lo saben todo, que es muy simple que sólo hay que hacer esto o aquello otro para solucionar el "gran problema" que era según tú.

Tú que estás al otro lado de la ventana, que la abriste y decidiste actuar, que no te conformaste con ser un mero espectador de todo aquello que te rodeaba, sino que querías ser un actor, y no uno cualquiera, querías ser el protagonista; normal pues todo aquello que veías desde la ventana es tu propia historia. Ahora ves que no es tan simple como parecía, no es tan fácil “hacer” aquello que antes creías tan simple.

Y ahora ves que todos aquellos que se quedaron al otro lado no pueden entender lo complejo de las situaciones y por eso creen que la solución es simple. Pobrecillos, que lástima! Que lástima de tiempo que malgastan mirando a los demás, mirando pasar la vida de todos y olvidando la suya. Viviendo su vida a través de la de los demás, limitandose a mirar.

A todos los que están mirando por la ventana: qué esperáis? Abridla, saltad al otro lado y actuar! Es vuestra vida lo que estáis viendo, es vuestro tiempo el que dejáis pasar! Si no haceis nada, nada es lo conseguiréis.

sábado, 20 de febrero de 2010

Antón, Antón...



Una imagen vale más que mil palabras para explicar lo que ha pasado en los últimos cuarenta años de educación. Y aunque parezca un chiste, no lo es.

La imagen es muy clara y hay alguien que juega el papel clave en la escena. Los padres. Antes los padres se "creían" al profesor, y en consecuencia colaboraban con él. Ahora el profesor es alguien que nos educa a los hijos en su totalidad (y si de paso aprende algo mejor, pero tratarlo bien: con mimo, no le gritéis... y haced que se porte como es debido, eso sí ) y si algo no va bien no es culpa del niño y por supuesto tampoco de los padres, es culpa del profesor.
Esto que parece tan simple no lo es, hoy en día hay muchísimos padres que delegan en los profesores la educación en valores u otros temas como por ejemplo: educación vial, comportamiento, educación para la ciudadanía... Este último tema ha sido uno de los más polémicos, pero el problema de fondo es el mismo: los padres no tienen tiempo para dedicar a sus hijos y por lo tanto delegan en la escuela lo que se tendría que enseñar en casa.

Cierto es que ahora, con todo el tema de las competencias básicas, lo que se pretende es educar al alumno para que sea un ciudadano crítico y comprometido con la sociedad y como consecuencia se trasmetan ciertos valores desde la escuela. Bien, si nos miramos la educación des del punto de vista actual, podremos ver que otro punto muy importante, para la transmisión de valores y para todo aprendizaje, es la cooperación entre el centro, el barrio y la familia o lo que es lo mismo la comunidad educativa. La educación, por tanto, depende de toda la comunidad y por lo tanto es necesario que los padres se impliquen de forma activa en la educación de sus hijos y que aprendan que el profesor no es el único responsable de los problemas que tienen sus hijos en el colegio.

Para acabar, hay gente que dice que las cancioncillas infantiles tienen cierto sentido y trasmiten ciertos valores. Bien, quizás alguien recordará una que decía:

Antón, Antón, Antón pirulero cada cual cada cual que atienda a su juego y el que no lo atienda pagará una prenda. Antón, Antón...


jueves, 18 de febrero de 2010

Ir y volver

Igual que mucha gente no tengo un transporte privado propio y me muevo, normalmente, con aquello que llaman transporte público.

Cuando voy no tengo ningún problema porque, como chica previsora que soy, salgo con tiempo y cojo una red de ferrocarriles más "fiable" (cosa que no quiere decir que no tenga sus cosillas). Aunque los ferrocarriles me queden un pelín lejos de casa voy a pie dando un paseo y, de paso, hago ejercicio. Las idas no son un problema. Es más me atrevería a decir que son hasta entretenidas, puedes leer, escuchar música y observar a los que van contigo.

Las vueltas de por sí son más pesadas, vas cansada y tienes ganas de llegar, más en mi caso que acostumbran a ser tarde y los trenes pasan con menos frecuencia.
El caso es que para ahorrarme el paseíto desde ferrocarriles hasta casa cojo la RENFE, que como muchos usuarios habituales conoceran, sus siglas acostumbran a interpretarse como: Retrasos Enormes Necesitamos Fuertes Empujones. Siglas que hacen mucha más justícia al servicio que las originales.

Llega a ser vergonzoso, el servicio tiene como mínimo un problema a la semana y cuando digo problema me refiero a que los retrasos son superiores a los 30 minutos. Lo extraño de la RENFE es que algun día sea puntual, en mis años de usuaria (que no son pocos) creo que lo he visto en una veientena de ocasiones.

Pues bien, con motivo de las numerosas quejas sobre la impuntualidad y la poca información sobre los motivos de ésta, los señores y señoras de esta compañía han decidido que informarán las demoras por megafonía (junto con tantos otros repetitivos y tediosos recordatorios), aunque solo informen del tren que va con retraso y de cuánto es esta demora, es decir que la desinformación sigue siendo la misma porque aun no nos dicen porque va tarde el tren.

Para acabar, me gustaría añadir un recordatorio más a la lista de los que se hacen contínuamente por megafonía en las diferentes estaciones:

Se recuerda a los señores viajeros que en cumplimento de la normativa legal vigente pueden reclamar su billete si el tren se demora más de 15 minutos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Pequeñas ideas

Hacía ya mucho que quería empezar a escribir, tenía muchas ganas de contar y recoger todo aquello que pienso.

Todas aquellas pequeñas ideas y pequeñas divagaciones que revolotean dentro de la cabeza, como un millón de pequeñas mariposas todas diferentes y todas con algo en común.

Bien, ésta es la introducción a lo que intentará plasmar todas aquellas divagaciones, pequeñas y efímeras que muchas veces se desvanecen antes de que pueda acabar de pensarlas.

Igual que las mariposas, pequeñas, frágiles y difíciles de atrapar.